Para ser feliz necesitas aceptar tus circunstancias, tus diferencias, tus limitaciones, tus errores, pero también necesitas reconocer tus logros, tus aciertos, tus capacidades, tus virtudes y centrarte mucho más en la parte positiva que en la negativa.
Si te recuerdas constantemente lo malo que ves en ti, ahí es donde estás poniendo tu foco y ya te explicaba con mucho más detalle en “El diario dorado de tu vida” la importancia de las afirmaciones positivas y de enfocarte en lo correcto porque la vibración que generes determinará la vibración de lo que vuelva a ti. Por lo que si estás enfocado y centrado en lo negativo lo que va a regresar a ti es más y más de todo eso.
Ahora bien, ¿qué te dice tu corazón? Tu corazón te dice que eres valioso, que eres único, que eres capaz, que tienes posibilidades, que no te vengas abajo, que te quieras, que te cuides. Entonces ¿de dónde vienen esas ideas limitantes que afloran una y otra vez en tus pensamientos? ¡De tu mente!
Tu corazón jamás te limitará porque sabe el poder grandioso que tienes, sabe que tienes la posibilidad de crear tus propias circunstancias, que no existe ninguna limitación más que las que provienen de tu cabeza.
El secreto está en que identifiques por qué has creado esos límites y los has creído como ciertos. En el momento en el que lo observes con los ojos del corazón sabrás que todo son programaciones mentales y erróneas que percibimos en ocasiones del exterior y en otros momentos nosotros mismos nos llenamos de ella.
LO QUE EL CORAZÓN SABE HOY, LA CABEZA LO ENTENDERÁ MAÑANA
(Extracto. Continúa leyendo en PREGÚNTALE AL CORAZÓN…)